De Juan
Manuel González para Nora Ortega y los amig@s de Lezo.
Para comenzar, quisiera darle las gracias a nuestros
profesores: sobre todo a Isidoro por
haberlo hecho posible. Gracias a ellos, que nos han brindado esta oportunidad,
hemos sido parte de un proyecto formado por dos culturas completamente
diferentes, dos grupos de estudiantes muy diferentes, desde una punta a otra
del país...
Aunque nosotros todavía no hemos ido, hemos pasado por
una gran experiencia.
El primer día, un lunes caluroso a pesar de estar en
el mes de abril, todos estábamos muy nerviosos, no sabíamos cómo íbamos a
reaccionar cuando nos encontrásemos, al fin, frente a frente, después de esperar durante tanto
tiempo. Además, debíamos ir a recibirlos a la parada del autobús, aunque
llegamos tarde, y fueron ellos los que nos estaban esperando a nosotros. Todo fue bastante emocionante.
Nos presentamos y nos abrazamos unos a otros.
La chica
que se hospedaría en mi casa durante esos días se llama Maitane. Aquel primer
día fue muy gracioso, llegué a la parada con mis compañeras, y con la vista la
estaba buscando para ir junto a ella y presentarme, cuando de repente vi a una
chica corriendo hacia mí y mis
compañeras pero no le di importancia, pues no esperaba que fuese ella. Pero
inesperadamente me dio un abrazo y me sorprendí pero le correspondí, aunque aún
no la había reconocido, luego nos presentamos, y así fue como entre risas y
charlas, nos hicimos buenas amigas.
También
están los demás, que han sido bastante amables y simpáticos conmigo, por
supuesto espero conocerlos mejor en el próximo viaje que hagamos, ya nosotros
hacia allí, porque no hemos tenido mucho tiempo para conocernos bien.
Durante la
semana, todo parecía bastante normal, como si estuviésemos juntos desde
siempre, pero lamentablemente llegó el viernes, y con él el último día juntos.
Volvieron a aparecer los nervios, y el día parecía interminable, sin embargo
llegó la noche, hubo un homenaje a los padres, y a la vez una despedida para
ellos.
Pese a que
después de dos semanas volveríamos a encontrarnos, casi todo el mundo lloraba y
estaba triste, nadie quería marcharse, al igual que tampoco nadie, quería que
se fueran. Claro que, cuando este proyecto se acabe seguiremos siendo amigos.
A su vez
tengo que agradecer a las personas que me han dejado participar en este
proyecto, pues si no hubiese sido por ellas nada habría sido posible, y estas
personas son Antonia Mari y mi madre,
Ali. Es a ellas a quién le debo un agradecimiento, sin son unos pilares muy
importantes en este proyecto, al igual que los padres que nos acogen allí, en
Lezo, cuando vayamos.
MUCHAS
GRACIAS: PORQUE NO ES SÓLO UN RECUERDO.
De Clara J.
Franco y Gema Gallardo a Maitane Chapartegui y los amig@s de Lezo.
¿Por dónde empezar? No soy muy dada a
los discursos, mucho menos a expresar sentimientos...
Recuerdo aquel 13 de abril como si
fuese ayer, todavía recuerdo aquella sensación nerviosa y emotiva que recorría
todo mi cuerpo, esas ganas, esa ilusión, todavía recuerdo la extraña sensación
de aquel sentimiento de entusiamo que con palabras no se puede describir.
Recuerdo la llegada, esa timidez y ese abrazo de bienvenida; esa timidez tuya
de los primeros días que poco a poco se fue desvaneciendo.
Solo ha sido una semana, una semana
en la que te miraba y tenía la sensación de que siempre habías estado ahí, de
que no habías llegado de ningún intercambio, recuerdo la sensación de mirarte,
sentir que fueses estado aquí conmigo toda la vida, también recuerdo pensar, ¿qué
haré cuándo se vaya?
Recuerdo cada carcajada juntas, cada
tontería, cada noche llena de risas y bromas.
¿Te acuerdas?
Esa semana, esa semana lo ha cambiado
todo, nunca pensé que en tan poco tiempo podría llegar a cogerle tanto cariño a
alguien.
¿Recuerdas la noche de la vídeo-llamada?
¿Recuerdas las noches de bromas por whatsapp?
No sabes cuánto lo echo de menos, no
sabes cuánto echo de menos despertar mirar a la cama de al lado y ver como
sigues durmiendo y tener que llamarte.
No sabes cómo echo de menos tú
presencia Haizea, porque en una semana, en una sola semana lo vivido juntas no
nos lo quita nadie. Recuérdalo.
De Alba García para Haizea Zumeta y
demás amig@s de Lezo.
Todo lo que se diga sobre esta perfecta semana se queda
corto, momentos llenos de ilusión, risas, emoción. Una ilusión que comenzó el
día que nos comunicaron la noticia del intercambio, todos deseosos de que
llegase el momento y cómo no, llegó y la espera mereció la pena. Viviría esta
semana una y mil veces más y estoy segura de que no me cansaría nunca. Nadie
sabe lo que es no conocer a una persona de nada y acabar conociéndola como
nadie en muy poco tiempo, tan solo cinco días he necesitado para darme cuenta
de la gran persona que tenía a mi lado, de lo mucho que la echaría de menos, el
cariño cogido en cinco días no se puede expresar. Esta experiencia ha sido
mucho más que un simple intercambio, muchas emociones a lo largo de una semana
llena de buenos momentos, en la que no faltaba una sonrisa en la cara de nadie,
una sonrisa llena de ilusión. No queríamos que llegase el día de la despedida
pero llegó. No nos podíamos imaginar que nos costaría tanto despedirnos
sabiendo que nos veríamos en dos semanas, en la parada todo eran lágrimas sabíamos
que los echaríamos mucho de menos, se fueron y las lágrimas seguían cayendo, dejaron
un gran vacío. Janire era mi compañera, de la que me llevo una verdadera
amistad, estamos muy lejos pero eso no nos ha impedido ayudarnos en todo, gracias
por todos los momentos juntas, por esas risas y ese gran apoyo, nos queda la
segunda parte allí, deseando de volver a verte. Gracias a todos por hacer de
esta semana algo único, os queremos.
ARCHIDONA-LEZO.
De Andrea
Bodas para Janire Nuet y demás amig@s de Lezo.
Esta semana ha sido algo inolvidable, me lo he
pasado como nunca me lo he pasado en mi vida. He disfrutado cada día con la
compañía de ellos. Todo empezó un lunes, donde todos empezamos las clases con
nervios hasta que llegó la hora de ir a la parada del bus a recibirlos, ahí fue
cuando los nervios se hicieron visibles en cada uno de nosotros. Cuando
llegamos allí y los vimos no nos lo creíamos, eran aquellos, aquellos con los
cuales habíamos hablado tanto por whatsapp, pues nada, los recibimos y pasamos
la tarde, una tarde en la que le enseñamos nuestra casa y les dejamos descansar
ya que sabíamos que lo necesitaban. Al día siguiente fuimos a las lagunas, a la
cooperativa y a la iglesia de Santa Ana. Me lo pasé muy bien ya que conocí más
a fondo a alguien que ahora es uno de mis amigos, pero todo fue mejor cada día
que pasaba. El miércoles fuimos a Antequera y allí vimos los dólmenes y el
castillo de Antequera y hablé más con él y me lo pasé genial. Y lo mismo fue
el jueves, que fuimos a Málaga. El viernes fue un día muy bueno por una parte y
muy malo por otra. Fue bueno ya que me lo pase mejor que los anteriores días,
ese día me enseño palabras en vasco. Y la excursión a córdoba concluyo con esta
foto que me hice con esta gran persona. También fue malo ya que se iban, si se
iban ya había terminado su estancia aquí y ahora tocaba lo peor de todo, la
despedida. Pero bueno me conformo con saber que fue un hasta pronto.
De José Luis García para Aitor Aróstegui y demás
amig@s de Lezo.
Quiero decir que
gracias a este intercambio, hemos conocido a una personas maravillosas, que
aunque la distancia que halla entre nosotros sea enorme es muy grande la
amistad que tenemos unos con otros. El lunes estaba tan ansioso de que
vinierais, que llevaba nervioso toda la mañana y no podía aguantarme la
ilusión, cuando os vi, me alegrasteis el día. La semana se pasó volando ya que
nos lo estábamos pasando genial con vosotros y esa experiencia que he vivido
nunca se me va a olvidar, porque es una de las mejores semanas de mi vida que
recordare por y para siempre. Pero llego lo que todos temíamos, el viernes por
la noche, al principio todos estábamos muy contentos porque lo estábamos
pasando genial pero al llegar las once y media ya empezaron a coger todos las
maletas porque había llegado el momento de que os marchaseis, ya empezaron
algunas personas a llorar y yo me aguanté las lágrimas todo lo que pude pero
cuando llegamos a la parada y estaba allí el autobús esperando a que os
montaseis, las lágrimas salían solas, empezaron las despedidas todo el mundo
llorando y dándonos abrazos unos a otros, ese fue el momento más triste de toda
la semana porque les decíamos adiós, pero sin embargo no era un adiós sino un
hasta luego porque dentro de quince días nos tocaba a nosotros ir allí. Y a ti
Alex darte las gracias por los buenos momentos vividos esta semana, por los
buenos ratos que hemos pasado juntos y que sepas que aquí tendrás un amigo para
siempre y que aquí me tienes para todo lo que necesites, porque para mí, eres
como de mi familia y que aquí tendrás tu casa para cuando la necesites.
También aprovecho para deciros que tan solo ver que os montabais en el autobús
ya os echaba de menos y cuando lo vi marchar no podía parar de llorar. Que os
echo muchísimo de menos y mis ganas son inimaginables de volver a veros, nos
vemos en Lezo. Archidona - Lezo inolvidable.
De Jesús Arca para Alex
Liberal y demás amig@s de Lezo.
Cinco
días, tan sólo cinco días me hicieron falta para quererte como a una hermana.
Han sido unos días perfectos con la mejor de las compañías, tantos momentos,
tantas risas, tantas historias para recordar. En general todos nuestros
compañeros de Lezo son estupendos pero yo me tengo que quedar con Olatz que es
la que ha compartido durante cinco días las veinticuatro horas conmigo. A su
lado todo era genial, siempre estábamos de risas, sobre todo cuando yo le
hablaba tan rápido que no me entendía y a ella le salía el puntillo vasco que a
mí me hacía tanta gracia e intentaba imitar… Todos los días fueron inmejorables
pero lo que nunca voy a olvidar va a ser nuestra tarde-noche del miércoles que
fuimos a sacar al perro de paseo, se nos puso a llover en la otra punta del
pueblo y nos pusimos como una sopa cantando y
haciendo el tonto bajo la lluvia.
Todo
el mundo decía que era un intercambio de competencias lingüísticas y para
conocer el paisaje, pero no era solo eso, era una convivencia en la que todos
nos hemos cogido mucho cariño. Esta experiencia me ha servido para saber que
puedes querer como a un hermano a alguien que no le hace falta llevar el mismo
apellido ya que las dos nos entendíamos sólo con mirarnos. Todo fue perfecto, pero
los viernes todos intentábamos disfrutar del último día aunque no se nos
quitaba de la cabeza que nos quedaba poco tiempo juntos y llegó la hora, las
23:00 de aquel viernes 17 y empezó la despedida, a todos se nos llenaron los
ojos de lágrimas. Sabíamos que nos íbamos a volver a ver en dos semanas pero de
todas formas no nos queríamos separar. La parada de autobuses se llenó de gente,
todos haciendo una piña dándonos un abrazo, lo peor fue cuando el autobús
arrancó y los vimos irse. Y sólo nos quedaba esperar. Olatz y yo nos llamamos
varias veces a lo largo del viaje y no podíamos parar de llorar y bueno sólo le
pido que con el tiempo nunca se borre lo nuestro porque es como esa hermana que
siempre quise tener. Te quiero muchísimo pulguita, gracias por ser mi compañera
en esta aventura.
Marina
Romero para Olatz Arnaez.