viernes, 19 de diciembre de 2014

Paisaje de Villanueva de Tapia. Málaga.

En Villanueva de Tapia, un bonito y acogedor pueblo, podemos encontrar unos paisajes muy hermosos. Los verdes y abundantes olivos rodean todo el rústico poblado. Los arroyos cristalinos te susurran al paso de su cauce. Los árboles son tan, tan altos que el mismísimo Dios los usa como jardín del cielo. Las verdes y grandes eras se ven florecer en primavera preciosas flores y altas hierbas que la cubren como un vestido.

En el frondoso y gran bosque, un viento azota las ramas de los árboles dejando caer algunas hojas.  Los animales cantan por el día y por la noche un suave silencio aguarda. En conclusión Villanueva de Tapia es un paraíso, un remanso de paz y de armonía donde la naturaleza ha querido concentrar tres elementos vitales dentro de un conjunto que sugiere  vida.

Antonio Sancho Aranda. 3º B. IES Luis Barahona de Soto. Archidona. Málaga.


Foto: Emilio Mateo Luque. 3º B.

Olivos de Villanueva de Tapia de un solo pie.
Foto: Marina Páez Luque, 3º A.


La Peña de los Enamorados

Desde la parte más alta, se puede contemplar la belleza del paisaje. Al fondo, surcando el cielo, un mar de nubes blancas y suaves como el algodón, tapan ligeramente los cálidos y dorados rayos de sol. En la verde vega se ven crecer los bonitos olivares, típico paisaje andaluz. Esta montaña se eleva por el horizonte, y a veces, en sus cumbres se pueden apreciar los restos de las últimas nevadas de invierno como si fuese espuma blanca. Cientos de olivos que parecen gigantes dominan la vega. Desde los pies de la montaña podemos ver las diminutas casas de Antequera, y también el pueblo de Archidona donde destaca la blanca Ermita de la Virgen de Gracia, encima de una gran montaña, firme como una roca. En los árboles cercanos se pueden observar animalitos jugueteando y pájaros construyendo sus nidos como si palcos fueran, mientras una bandada de aves abren sus alas y emprenden un viaje sin rumbo adornando el cielo rojizo, controlados por la puesta de sol en la gran montaña.
Andrea Bodas. 3º B. IES Luis Barahona de Soto. Archidona (Málaga)

Foto: Isidoro Otero.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Miramos al suelo

Miramos al suelo, y la hierba está dispersa en el barro. Algunas flores machacadas, de pétalos rotos, hasta llegar a los pies de la elevación. Dos troncos gruesos, altos, irrumpen en la armónica conversación que mantienen las nubes; parecen estáticos reinos de azúcar que miran con lástima a los idiotas de aquí. Las hojas no se mueven. Parecen querer decir algo con su hieratismo. Han adquirido en estos meses el pálido de las pobres almas de los perros que han sido enterrados allí; entre sus raíces… Las lluvias no han podido devolverles color; todo ha ido a parar a las amapolas, pequeñas gotitas que forman en el horizonte un extenso río de sangre. Fijémonos: parece que en ese campo los campesinos descansan bajo el frío.  Más cercano a nosotros está el oscuro bosque, donde la sombra de olvidados alcornoques, de encinas centenarias, siguen guardando el silencio desde el incendio del 2005. Aún las pésimas hierbas continúan llorando por salir de la tierra quemada y negra. Firmes como promesas de guerra se yerguen los troncos retorcidos, enmohecidos y carbonizados. Ni las aves se atreven a planear sobre esta extensión de rencor y furia. Si puedes recordarlo, podremos oír cómo hicimos crujir las ramitas al adentrarnos en los primeros follajes. Las bellotas cayeron como insultos sobre nuestras cabezas, casi melancólicamente, y nos hicimos cortes con los quejumbrosos cardos. ¿No lo recuerdas? Recibimos legiones de pulgas y garrapatas en el pelo, y salimos huyendo despavoridos, parándonos a tomar aliento donde ahora posamos la mirada. Sí, la garriga: cientos de matorrales extendidos a lo largo de la tierra donde los caballos pastan, y los huesos de alguno encuentran cobijo. No hay más que pardos; colores pardos y verdes intransigentes a los veranos de calor, parecida al esparto. Las serpientes se aparean y mudan sus pieles ante los cielos claros de agosto; en ese sitio el frío forma remolinos de hojas de afeitar, que cortan malévolamente nuestras narices en el invierno. Será por eso que he visto tantas manchas de sangre entre el musgo de las rocas sobresalientes. Ahora llegamos donde empezamos: miramos nuestros pies con desasosiego: la lluvia tiene este tipo de efectos secundarios. Acercamos las narices al barro, y vemos alúas volando a baja altura y gusanos y mariposas con las alas de terciopelo encharcadas. Como dijimos, en la elevación desaparece todo rastro de vida, para dejar sitio a una mole de piedra que hace sus veces de basurero, aun tratándose de un pozo. Nos asomamos lentamente, y, al fondo (muy al fondo) vemos nuestro reflejo en el agua turbia (pues no hace mucho que sobre Archidona cayó la última gota). Y ahora, shh… Guardamos silencio. Sepulcral: como si pudiésemos oír el grito de todas las cosas que van a morir, como dijo Von Trier. No, no es eso; el agua cae con pesado anhelo reprimido de libertad en las aguas contaminadas, deslizándose por entre las tupidas piedras. El moho se ha hecho con las piedras de la oscuridad, donde los ciempiés corroen los últimos restos de hermosura en medio del aire nauseabundo. El frío nos hace delirar, junto con la observación de una de las piedras del pozo. Vemos la vida fluir por las grietas, replegándose en primarios y bastos contornos, eliminando suaves matices. Parece que la naturaleza desea volver a lo sustancial, y lo hace a través de movimientos espasmódicos, a costa de la poca belleza que los idiotas pueden observar. Verdaderamente bello es esta falta de belleza, que se extiende como un latigazo sordo a través de un pasillo desierto, hasta los confines del vacío del pozo…

Rafael Garrido Rodríguez 3º A
IES Luis Barahona de Soto. Archidona. Málaga.























Foto: Isidoro Otero.

Sector Primario. Ganadería. Caballos andaluces.

Los caballos andaluces también conocidos como PRE, son uno de los caballos más bonitos y más nobles del mundo. Por esto, en la mayoría de las películas que contienen caballos ellos son andaluces.
La raza contiene una mezcla de caballos anglo árabeshispano árabes y caballos pesados. De cuando Andalucía fue conquistada por los romanos y por los árabes.

Paisaje agrario. El trigo.



En esta imagen se puede observar una llanura con plantación de trigo (cereal) en pleno crecimiento, todavía en color verde. A lo lejos se aprecian colinas repletas de plantaciones de olivo. En la cima de las colinas se ven los molinos de viento, que permiten captar y retener la energía eólica, para más tarde poder utilizarla. También aparecen torres eléctricas, por donde circula la electricidad esencial para la vida de hoy en día.
Es un paisaje típico mediterráneo. Se encuentra en la Vega de Archidona, entre la Peña de los Enamorados y nuestro pueblo. Aunque el trigo no es la plantación más común en Archidona, también abunda en esta zona. El olivo es la plantación más común. Ambas plantaciones son mediterráneas, puesto que necesitan poco agua.
No se observan apenas casas, por lo que las pocas casas que hay, se tratan de un poblamiento rural disperso.

En este caso, se trata de un campo abierto, con monocultivo, de secano y una agricultura extensiva; porque las parcelas no están delimitadas por cercas, se practica el cultivo de un solo producto (cereal) y este tipo de cultivo solamente recibe el agua procedente de las lluvias.

Imagen y texto: Cristina Astorga Luque 3ª B
IES Luis Barahona de Soto. Archidona

viernes, 5 de diciembre de 2014

Descripción de un paisaje agrario. Mi olivar.

Mi olivar está dividido por parcelas, cuyo tamaño es grande y la forma irregular, con sus limites. Es un campo delimitado por almendros y piedras para poder saber cuál es mi trozo de tierra. Es un monocultivo ya que sólo es una plantación de olivos, también es un paisaje de secano, ya que reciben el agua procedente de las lluvias, es una agricultura extensiva, porque está en un lugar poco habitado, con mucho terreno y con escasa mano de obra. Con un gran espacio rural disperso.




Descripción subjetiva del paisaje. La Sierra de Gibalto.

La  sierra  de  Gibalto  está  en  su  mejor  momento  por  su  numerosa  vegetación,  en  ella  se  respira  un  aire  fresco  y  limpio. El  cielo  azulado, el  pico  alargado  repleto  de  luz  y escasa  vegetación  está reluciente  de  luminosidad, a  su  izquierda  la  frondosa  sierra. Ha  llovido  mucho, aunque hay una  escasa  vegetación  arbórea,  en  su  parte  alta  los matojos  y  las  hierbas  crecen  sin  piedad dejando  un  aire  limpio  y  húmedo. En  la  parte  baja  la abundancia  de  encinas  y  matojos  deja  sin  luz  al  suelo  y  crea  un  ambiente  oscuro  y  húmedo, en  él los  animales  juegan. En  la  falda  de  la  sierra  los  agricultores  han  creado  terrenos  en  los  que  trabajan,  a  la    izquierda  el  sembrado  impacta  por  su  colorido  verde que deja una sensación de bienestar, los pájaros  revolotean  y   alegran con su canto, de  vez  en  cuando  picotean  el sembrado  y  se  comen  algunas  semillas. A  la  derecha  el olivar  se  extiende  más  allá  de  la  colina.


Texto y fotografía: José Luis García Ramírez.
3º B. IES Luis Barahona de Soto de Archidona.

Sector Primario. El arte de la cunicultura.

LA ASCENDENCIA: ABUELOS Y REPOSICIÓN
                Primero tenemos que centrarnos en la reposición, que consiste en el grupo de hembras y machos jóvenes criados con el fin único y exclusivo de procrear. La genética tiene un importante papel en este punto, porque, claro está, unos progenitores darán lugar a características diferentes en su descendencia con respecto a otros, y como lo más importante es la mejor descendencia, también lo es escoger los mejores progenitores. Por eso vamos a hablar de los abuelos, conejos con una genética muy preciada y exclusiva (los machos rondan los  80 euros, y 63 las abuelas), que darán a luz a los que forman la reposición.  
                ¿Objetivos de la reposición? Ellos, hacer que sus crías tengan la mayor cantidad de carne posible; ellas producir grandes cantidades de leche. Por eso, en la formación de este grupo, son necesarios dos tipos de abuelos:
                -Por un lado tenemos a unos abuelos que dan lugar a las conejas híbridas, que producen mucha leche.
                -De abuelos distintos con distintas características nacen los machos cárnicos, que como su nombre indica, tienen mucha carne. Son la reposición de padres.



Sector Primario. Recogida de la aceituna. Archidona.


Este vídeo ha sido elaborado por Francisco Aranda Casado y Juan Manuel González Crespillo. En él podemos ver la recogida de la aceituna tal como se realiza actualmente, utilizando un vibro. En las imágenes aparece nuestro alumno, Paco Aranda, zarandeando la aceituna cogida del suelo tras utilizar la sopladora.