Desde la parte más alta, se puede contemplar la
belleza del paisaje. Al fondo, surcando el cielo, un mar de nubes blancas y
suaves como el algodón, tapan ligeramente los cálidos y dorados rayos de sol.
En la verde vega se ven crecer los bonitos olivares, típico paisaje andaluz.
Esta montaña se eleva por el horizonte, y a veces, en sus cumbres se pueden
apreciar los restos de las últimas nevadas de invierno como si fuese espuma
blanca. Cientos de olivos que parecen gigantes dominan la vega. Desde los pies
de la montaña podemos ver las diminutas casas de Antequera, y también el pueblo
de Archidona donde destaca la blanca Ermita de la Virgen de Gracia, encima de
una gran montaña, firme como una roca. En los árboles cercanos se pueden
observar animalitos jugueteando y pájaros construyendo sus nidos como si palcos
fueran, mientras una bandada de aves abren sus alas y emprenden un viaje sin
rumbo adornando el cielo rojizo, controlados por la puesta de sol en la gran montaña.
Andrea Bodas. 3º B. IES Luis Barahona de Soto. Archidona (Málaga)
Foto: Isidoro Otero.
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